HEARTBEAT 2

Puedo comenzar por hablar de sentirme mal, por decir una verdadera estupidez, por quejarme de la odiosa de la maestra, o pensar en cómo realizaría mi tarea de biología. Pero por mi mente solo pasaban las imágenes del beso de Héctor. Es decir…AHH, es estúpido pensar en eso.
¿Por qué es estúpido?

A Héctor lo conozco desde que íbamos en la secundaria, el había reprobado dos años por problemas familiares, pero su edad no impidió que nos lleváramos muy bien. Yo no entendía unas cosas, y él me las explicaba pacientemente. El no es perfecto físicamente, es alto, ancho de hombros, moreno. Tampoco es feo, su cara era bien perfilada, y sus ojos eran los más hermosos que había visto, su boca era perfecta…bien delineada…no hacía mucho ejercicio pero su cuerpo mantenía muy buena figura, sus manos eran grandes, y un poco ásperas, pero calientes al contacto y suaves para una caricia que….PERO QUE CARAJOS ESTOY PENSANDO, AAAARGH NOOO!, no puedo pensar en esa manera de él, nunca lo vi como una pareja posible, al contrario, era como un hermano para mí. ¿Por qué dije “ERA”? Mejor no analizo eso.

He disfrutado mucho con el cómo, la forma en que nos apoyábamos y contábamos nuestras cosas.
Y en una de esas confesiones, me dijo que amaba a Andrea con “todo todo todo todo lo que le sobraba.”

¿Entonces qué fue lo que cambio?

Para colmo Iván, necesitaba decirme algo importante, pero algo lo detenía para que hablara libremente. Sus amigos eran odiosos de nacimiento, confirmado de mí se burlaron dos veces, y todo por el maldito apodo.
Mi madre toco a la puerta de mi cuarto mientras yo trataba de sacar esas ideas de mi mente.

-¿Hijo, está todo bien?

-Aleja las galletas de animalitos para que no me corte las venas , y todo estará perfecto

-Al menos se que no cometerás una estupidez

-Si a estupidez te refieres a suicidarme, no, aun no.

-Puedo pasar.

-Mjjjjjjjmmmmm

Era el segundo día que no iba a la escuela, no tenía los pantalones suficientes para enfrentar el problema. Me encontraba acostado boca abajo sobre mi cama, mi madre entro y se sentó a lado mío, pude ver de reojo que llevaba el teléfono en la mano.

-Hijo, volvió a hablar Héctor, me dijo que era urgente. ¿Hay algún problema?

-Eso mismo quisiera saber.

-Por favor háblale, encontré algo extraño en su voz. (Me dijo mientras dejaba el teléfono en mi buro)

-Lo pensare seriamente.

-Solo, dime una cosa ¿Te gusta Héctor?

Suspire lentamente, mientras la pregunta que menos quería escuchar resonaba en mi cabeza

-Ojala y no mamá....

Ella, me abrazo por la espalda y me bezo la cabeza.

-Todo va a estar bien

Repetía en voz baja.

A la mañana siguiente, me levante rutinariamente para irme al colegio. Se me había hecho un poco tarde ya que la presión sobre lo que pasaría hoy no me dejo dormir bien. Me despedí de mi madre, mientras ella me decía.

-Por favor, trata de arreglar los problemas con él.

-Si mamá (dije con voz fastidiada)

Termino de darme la bendición, y yo aun no entendía el porque me había dicho eso. Salí casi corriendo de la casa, y fue cuando comprendí por que mi madre había dicho eso, Héctor se encontraba justo en la acera de enfrente. Se acerco rápidamente a mí, mientras yo comenzaba a caminar rápidamente en dirección al colegio que se encontraba a unas 13 calles de mi casa.

-Por favor, no me hagas esto, espérate.

-¿Vamos a llegar tarde y tu pidiéndome que me espere? Que irresponsable eres…

-Necesito que aclaremos una cosa, detente por favor.

Me detuve en seco mientras el casi chocaba con migo de frente.

-QUE ES LO QUE QUIERES CON UNA CHINGADA!

-Es que simplemente, no te comprendo. Te ayudo para que Iván te dejara de estar jodiendo, y te encabronas conmigo, ósea perdón por tratar de protegerte.

-No lo entenderías.

-Lo haría si me lo dijeras

-Lo diría si me dejaras.

-Me dejaría si te dejaras de estresar.

-Sigh, olvídalo.

-ES QUE NO PUEDO OLVIDARLO CON UN CARAJO, ESE ES MI PROBLEMA!

Me dijo a gritos, mientras se adelantaba y se ponía enfrente de mí impidiéndome el paso

-¿Que es lo que no puedes olvidar, el beso o la frase “solo protejo lo que me pertenece”?

-Dije, “Solo defendí lo que es mío.”

-Chinga, es lo mismo, el chiste es que lo dijiste, y eso no cambia las cosas.

Pude ver sus ojos, sus hermosos y extraños ojos, eran extraños porque en el centro eran cafés, pero tenían un aro alrededor color verde. Decía el que era “falto de clorofila”, la verdad yo no le entendía lo que quería decir, ya que se reía solito cuando lo decía. Investigue esa palabra, y entendí el porqué se reía. La clorofila es lo que le da el color verde a las plantas.

Pero me extraño que sus ojos estuvieran rojos, como si hubiera estado muchas noches en desvelado. No decía nada, y no se movía, solo me miraba.

-Vamos a llegar tarde y va a ser por tu culpa, y la pinche vieja de matemáticas me va a reprobar.
Le dije mientras lo empujaba para pasar.

-Lo que quieres es ir a ver a Iván verdad?

-Estas pero si dañado, con lo que me hizo la otra vez, lo único que quiero es que desaparezca…y llegar a clase

-Yo lo quiero ver muerto

-Ya por favor, déjame pasar

-Entonces si quieres ir a verlo

-Y vuelve la burra al trigo, QUE NO!! Como te lo explico, con peras, con manzanas, con bolitas y palitos…. (Decía mientras lo dejaba atrás)

-Entonces ven conmigo…

Su respuesta me sorprendió… ¿Qué me fuera con él? ¿A dónde?

-¿A dónde?

-A donde sea... lejos de aquí.

-Héctor, no la chingues, vamos al colegio por favor, la vieja me a va a reprobar. (Replique casi hincándome)

Me detuve para verlo, el me miraba fijamente, me extendía su mano, invitándome a irme con él. Mi corazón comenzó a latir rápidamente, y si tan solo ella se hubiera tardado 1 segundo más.

Justo cuando iba a tomar su mano para irme con él un claxon retumbo en mis oídos apartando mi mirada de él. Era Belén con su mamá, se habían detenido justo al lado de nosotros.

-ORALE! SUBANSE! ¿QUE NO PIENSAN IR A LA ESCUELA?

-YO, NO BELEN, GRACIAS Y TU ¿“ALEJANDRO”?.

Odiaba que me llamaran por mi primer nombre, lo odiaba hasta más no poder, era como una patada de mula en los…. Pero en él se escuchaba asquerosamente...bien, su voz era suave al momento de decirlo.

No sabía qué hacer, quería ir al colegio a ver a Iván, quería saber si en verdad sentía algo por mí, sentí horrible al mentirle a Héctor, al decir que en verdad quería ir a estudiar, cuando una parte de mi solo quería ver a Iván, sentirme cerca de él, a pesar de que él era un patán, necesitaba estar cerca de él. Pero otra parte de mi, quería estar con Héctor, tomar su mano y disfrutar como nunca lo había hecho con él. Sentirme protegido, tocas sus labios una vez más, volver a estar entre sus brazos y sentir el calor de su pecho y su lento respirar.

“Ser o no ser, he ahí el dilema” Decía Hamlet.

Subirme al coche con Belén e Ir al cole para ver a Iván y tratar de hablar con él a pesar de que pudiera resultar todo mal, o irme con Héctor y descubrir que puedo amar a la persona más increíble en todos sus sentidos, a pesar de que nuestra amistad pudiera terminar por extinguirse.

Dios, creo que no debí salir hoy de mi casa.